Los Simpson, la familia amarilla que ha conquistado el entorno, no solo está compuesta por Homero, Marge, Bart, Lisa y Maggie. A lo largo de las décadas, también han compartido su hogar con una serie de gatos que, a pesar de ser personajes secundarios, han dejado su huella en la serie.
Bola de nieve I, el primer gato de los Simpson, era una gata blanca que murió antes del inicio de la serie. Su muerte, nunca mostrada en pantalla, se menciona en una carta navideña en la que Marge explica que Bola de nieve murió el año anterior. Aunque su aparición en pantalla es escasa, se le ha visto en flashbacks y en el cielo, en el episodio donde Bart tuvo una experiencia cercana a la muerte.
Bola de nieve II, la segunda gata de los Simpson, apareció por primera vez en el episodio "Sin blanca Navidad". Aunque Bola de nieve I era blanca, Bola de nieve II es una gata negra. A lo largo de la serie, Bola de nieve II no tuvo un papel destacado, pero en el episodio "Old Yeller Belly", se convirtió en una heroína al salvar a Homero de un incendio. Su muerte, en el episodio "Yo, D’oh!-bot", fue provocada por el Mercedes-Benz G-500 del Dr. Hibbert.
Bola de nieve III, un gato macho de color marrón, fue adoptado por Lisa tras la muerte de Bola de nieve II. Sin embargo, su vida fue corta, ya que murió ahogado al intentar comer el pez de los Simpson. A pesar de su breve estancia, se le celebró un funeral completo.
Coltrane, también conocido como Bola de nieve IV, fue un gato macho de color blanco que Lisa adoptó poco después de la muerte de Bola de nieve II. Su nombre, inspirado en el saxofonista de jazz John Coltrane, fue lo que la conquistó. Sin embargo, la música de Lisa asustó a Coltrane, que saltó por la ventana y desapareció. Su muerte, aunque no se muestra en pantalla, se supone que ocurrió poco después.
Bola de nieve V, el quinto y actual gato de los Simpson, es una gata negra, igual que Bola de nieve II. Fue arrojada a Lisa por La loca de los gatos. Al principio, Lisa no quería quedarse con ella, pero después de un extraño incidente, decidió que era una señal de buena suerte y se quedó con ella, renombrándola Bola de nieve II para ahorrarse el dinero de un nuevo cuenco. A pesar de que se supone que es la quinta Bola de nieve, los escritores y la audiencia la siguen llamando Bola de nieve II, un guiño a la tradición de la serie de mantener el status quo.
Un legado felino en Los Simpson
Los gatos de los Simpson, aunque no siempre son el centro de atención, han dejado una huella en la serie. Desde el destino trágico de Bola de nieve I hasta el renacimiento de Bola de nieve II, estos felinos han proporcionado humor, emoción y un toque de ternura a la familia amarilla. Sus historias, aunque a veces extrañas y llenas de tragedias, son un reflejo de la vida misma, llena de altibajos, sorpresas y momentos inesperados.
Cada uno de los gatos de los Simpson ha tenido su propia personalidad y su propio impacto en la serie. A través de ellos, la serie nos recuerda que incluso los personajes más pequeños pueden dejar una huella en nuestras vidas. Los gatos de los Simpson son una parte integral del entorno de la familia amarilla, y su presencia, aunque a veces fugaz, ha enriquecido la experiencia de la serie para generaciones de fans.
En definitiva, los gatos de los Simpson son mucho más que simples mascotas. Son personajes con sus propias historias, sus propias personalidades y sus propios momentos especiales. Son una parte esencial de la familia amarilla, y su presencia, aunque a veces fugaz, ha enriquecido la experiencia de la serie para generaciones de fans.
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